Cada primer domingo de mes, a las 16 hs, el Santuario de Nuevo Schoenstatt abre sus puertas para un momento muy especial: la Consagración de los niños a la Virgen. Es una tradición sencilla y profundamente significativa, que invita a las familias a poner la vida de sus pequeños bajo el cuidado maternal de María.
La raíz en la historia de nuestro Padre Fundador
Esta práctica tiene una hermosa resonancia en la vida del Padre José Kentenich, fundador de Schoenstatt. Cuando era apenas un niño, su madre, Katarina Kentenich, lo consagró a la Virgen. Con profundo acto de fe, colocó a su hijo en las manos de María con una súplica conmovedora:
“Educa tú a mi hijo, sé para él una Madre”.
Ese gesto marcó su vida entera y se convirtió en semilla de lo que, con el tiempo, florecería en el Movimiento de Schoenstatt. Así como la Virgen fue madre y educadora para él, también hoy queremos confiarle a Ella la vida de nuestros niños, para que los acompañe en su camino de fe y de crecimiento.
¿Qué significa la Consagración de los niños?
La Consagración es un pedido especial de bendición y protección. En este gesto, los padres y tutores se ponen junto a María y, en su nombre, entregan al niño a su amor maternal.
Es importante aclarar que no se trata del bautismo. El bautismo es un sacramento, mientras que la consagración es un sacramental: un signo sagrado que nos ayuda a abrirnos a la gracia de Dios y a vivir bajo la protección de la Virgen.
Una bendición para toda la familia
Cada niño que se consagra recibe la promesa de estar bajo el manto maternal de María, quien los cuida con especial ternura y los guía en su crecimiento. Pero también es un regalo para la familia: los padres renuevan su confianza en Dios y encuentran en María una aliada cercana en la misión de educar y proteger a sus hijos.
Invitación a la Consagración de niños
Te invitamos a traer a tus bebés y niños para ser consagrados a la Virgen en el Santuario de Nuevo Schoenstatt, cada primer domingo de mes a las 16 hs.
Ese día, los padres o tutores participan primero de una charla formativa y, luego, se realiza la consagración dentro del Santuario.
Para este momento, es necesario que los niños tengan consigo la medallita de la Virgen de Schoenstatt, que se puede adquirir en la Tienda del Terruño del Santuario.
Confiemos a nuestros niños al amor maternal de María, como lo hizo Katarina Kentenich con su hijo José, y dejemos que Ella los bendiga y acompañe en el camino de la vida.
Secretaría del Santuario