Jubileo 75 años de la Campaña del Rosario

Encuentro internacional Campaña del Rosario

Este escrito está dedicado para todos, pero en especial para los integrantes del Santuario de Nuevo Schoenstatt, el Santuario Nacional en Argentina.

Soy Joaquín Cisneros, de Argentina, pertenezco a la Campaña Joven del Santuario Nacional. 

Hoy con mucha alegría, como ya todos sabrán, estamos festejando los 75 años de la Campaña del Rosario de la Virgen peregrina de Schoenstatt con un Encuentro Internacional. La sede está en Santa María, Brasil, donde inició la Campaña con Don Joao Luis Pozzobon, al cual tuve la gracia de poder asistir.

Este experiencia es enriquecedora y motivadora en varios aspectos:

  • En primer lugar, la figura de Joao Luis Pozzobon es una personalidad que nos moviliza, que nos alienta; él es nuestro claro ejemplo a seguir, no solo como misioneros de la Mater, sino también como modelo de santidad. Nuestro hermano argentino, el Padre Esteban Uriburu, recalcaba el hecho de que un santo, forma otro santo; qué mejor modelo a tener, que el venerable Joao Luis Pozzobon, con su ejemplo de entrega, fidelidad y compromiso con la misión. Pero siempre desde nuestra originalidad, desde nuestra humildad y limitaciones. Cada una de las charlas, talleres y testimonios que nos brindan vuelve a encender en nosotros este compromiso de misión.
  • En segundo lugar, recalco la fraternidad que está presente en este encuentro internacional,  pues se convocó en Santa María, misioneros de todas partes del mundo, de los cinco continentes. Aunque es difícil relacionarse en algunos casos, sobre todo en algunos momentos, se encuentra la manera de que le llegue el mensaje a cada uno de los integrantes de la Familia de Schoenstatt.
  • Por último, el diácono Joao Luis Pozzobon, cuando no podía asistir en persona al Santuario, lo hacía espiritualmente, dejando con antelación un papelito doblado con su nombre, para estar presente, aunque no podía estar físicamente. Llevo conmigo cada carta y papel que recibí de cada uno de ustedes para que también estén presentes en este momento especial para nuestra historia de Schoenstatt. 

Rezo por cada uno de ustedes para que este Encuentro Internacional, este jubileo, estos 75 años de la Campaña sean igual de enriquecedores para ustedes como lo está siendo para mí, para que podamos seguir llevando a nuestra Madre, a todos los rincones del mundo, para que por Schoenstatt, vuelvan a llenarse las amplias naves de la Santa Iglesia.

“Dios, en su bondad infinita, no me considero incapaz. Me utilizó como soy y me confió a su Madre para la Campaña del Santo Rosario. Nadie es incapaz de servir a Dios”

J. Luiz Pozzobon.

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